Los resultados de diversos
estudios en el país con población que vive en sus hogares, que son
estudiantes o que trabajan en la calle, muestran un incremento en el consumo
de sustancias, principalmente de la cocaína y de la mariguana, que cada vez
un mayor número de mujeres se involucran en el consumo y, además, señalan que
vivir con su familia o asistir a la escuela son factores que protegen al adolescente
del consumo de drogas.
El presente reporte muestra los resultados más importantes sobre el consumo
de sustancias (alcohol, tabaco y drogas) de la encuesta de estudiantes que se
realizó en noviembre del 2000 en población estudiantil de nivel medio y medio
superior.
El estudio se realizó con una muestra aleatoria de 10,578 estudiantes de todo
el Distrito Federal, con un diseño de muestra bietápico (escuela-grupo) y
estratificado (secundarias, bachilleratos y bachilleratos técnicos), donde la
última unidad de selección fue el grupo escolar.
Los datos de este estudio son representativos por delegación y por nivel
educativo y el diseño es comparable con los estudios anteriores en escuelas,
realizado por el INP y la SEP. El marco muestral del estudio depurado
consistió de los registros del ingreso escolar 1999-2000 de la SEP. A partir
del mismo, se extrajo una muestra aleatoria al interior de cada delegación y
nivel educativo.
En cuanto a la precisión de las estimaciones, la tasa de no respuesta considerada
fue del 15%, con un error absoluto promedio de 0.004 y con un efecto de
diseño igual a 2. Los intervalos de confianza obtenidos se generaron con el
programa STATA versión 7.0. La edad de los sujetos fue entre los 12 y 22
años, con una media de 14.5 años, con un 49.8% de hombres y un 50.2% de
mujeres.
El cuestionario consistió de los indicadores de consumo de drogas que se han
venido utilizando en este tipo de estudios y que corresponden a los empleados
por la OMS. Adicionalmente al consumo de drogas y los problemas relacionados,
se exploraron diversas conductas de los adolescentes como son el intento
suicida, su nivel de depresión, sus conductas alimentarías de riesgo y
diversos aspectos de su conducta sexual. Para la aplicación de los cuestionarios,
los encuestadores recibieron un curso de capacitación acerca de diferentes
estrategias para lograr mayor participación del estudiante y mantener su
confidencialidad.
En total participaron 30 encuestadores y 5 supervisores de campo. Los
principales resultados señalan que el consumo de tabaco ha disminuido
ligeramente.
El consumo de tabaco alguna vez, ha afectado al 50% de los estudiantes y
similarmente a hombres y mujeres (52.5% y 48.9%, respectivamente).
En tanto, que el consumo alguna vez de alcohol ha incrementado, el indicador
de abuso de alcohol (5 ó más copas por ocasión de consumo en el último mes)
se ha mantenido estable en los últimos 3 años (21.4%), aunque sigue siendo un
porcentaje muy alto. Las delegaciones que resultan más afectadas por esta
problemática son Álvaro Obregón, Benito Juárez, Cuauhtémoc, Gustavo A. Madero
e Iztapalapa.
Por lo que respecta al consumo de drogas, ha habido un incremento en el
porcentaje total de usuarios pasando del 12% al 14.7%. La proporción de
usuarios experimentales se ha mantenido desde 1997 en un 66% del total de
usuarios. Las drogas que más se consumen son la mariguana (8.3%) y la cocaína
(7.4%) en los hombres, en tanto que en las mujeres las drogas de mayor
consumo son los tranquilizantes (5.8%), la mariguana (3.3%) y la cocaína
(2.9%).
Así, el incremento en el consumo de mariguana, cocaína y tranquilizantes ha
sido significativo, en tanto que el consumo de inhalables se ha mantenido
estable. Llama la atención el índice elevado de consumo de tranquilizantes,
especialmente en las mujeres, ya que fue el tipo de droga que mostró el mayor
incremento en su consumo.
En general, Las delegaciones más afectadas por el consumo de cualquier
sustancia son Gustavo A. Madero, Iztapalapa, Benito Juárez y Coyoacán.
Adicionalmente, se encontró que los adolescentes que asisten regularmente a
la escuela tienen porcentajes menores de consumo que aquellos que estudian
por menos tiempo o que dejaron de estudiar en el año anterior al estudio.
La tolerancia social sigue siendo baja (es poco aceptado el consumo de
drogas), aunque el consumo de alcohol y tabaco es más aceptado. Aún con ello,
los adolescentes han disminuido ligeramente su percepción del riesgo que les
ocasiona el consumo de drogas, en especial el de la mariguana.
Como conclusiones globales, se puede decir que el consumo de drogas en esta
población se ha incrementado, incluso, los niveles de consumo de los hombres
y de las mujeres son cada vez más similares, en especial en el caso del
alcohol y el tabaco. La cocaína ha mantenido su pendiente ascendiente entre
los adolescentes, aunque sigue siendo la segunda droga de mayor consumo,
después de la mariguana.
Es importante señalar que ha habido un incremento en el consumo de
tranquilizantes, aún por encima de las anfetaminas y este incremento es más
marcado en las mujeres. También, el abuso de alcohol se ha mantenido alto
tanto en hombres como en las mujeres, de manera que 1 de cada 5 se emborracha
por lo menos una vez al mes. En relación con el consumo de tabaco ha habido
una disminución ligera.
En esta perspectiva, la conformación del consumo de sustancias se ha
modificado, las adolescentes se involucran más en el consumo de drogas, no
solo del alcohol y tabaco, sino también con algunas sustancias psicoactivas
como la mariguana, la cocaína y los tranquilizantes. El entorno social parece
que ha permitido que el adolescente muestre una percepción de riesgo menor de
consumir algunas sustancias, aunque sigue habiendo una baja tolerancia social
ante esta situación.
Estos datos alertan sobre la necesidad de reforzar las campañas preventivas
de las diversas instituciones involucradas en esta problemática y en ofrecer
alternativas saludables al adolescente en el ámbito familiar, escolar y
social.
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