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INDICE DE RESULTADOS MIGUEL HIDALGO |
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Variables asociadas al consumo |
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Para la delegación Miguel Hidalgo, se encuestó una muestra de 21 escuelas, 12 de nivel secundaria, 8 bachilleratos y 1 técnicas con un total de 647 estudiantes encuestados. |
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CARACTERISTICAS SOCIODEMOGRAFICAS |
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De
los 643 estudiantes encuestados en la delegación Miguel Hidalgo, el
53.7% pertenece al sexo masculino y el 46.3% al sexo femenino. En
la distribución por grupos de edad se observa que el 45.4% tiene 14
años o menos, y el 93% es menor de 18 años. |
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El
49.5% de la muestra se ubica en el nivel secundaria, el 45.7% en el
nivel bachillerato y el 4.8% en escuelas técnicas. |
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Además,
seis de cada cien estudiantes encuestados había dejado los estudios
el año anterior a la encuesta y cinco de cada cien trabajó tiempo
completo durante el mismo periodo. |
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El tabaco y las bebidas alcohólicas son las sustancias más consumidas por los estudiantes encuestados, a pesar de que el 93% de ellos son menores de edad, y la venta de estos productos les está prohibida. |
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El
51.6% de los estudiantes encuestados ha fumado tabaco alguna vez.
Este porcentaje es ligeramente mayor al observado en todo el Distrito
Federal (50.7%) (Gráfica 1). |
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Los
índices de uso son mayores entre los varones con relación a las mujeres
(53.3% y 49.7%, respectivamente) (Gráfica
2). |
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El
consumo se incrementa con la edad, ya que el 26.2% de los estudiantes
de 13 años o menos reporta haber fumado. En tanto, esta conducta se
observa en el 59.2% de los jóvenes de 17 años o más. |
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El
porcentaje más alto de consumo de tabaco de esta delegación se ubica
en las escuelas técnicas (64.5%) y los bachilleratos (64.3%). En tanto,
en las escuelas secundarias el consumo es de 38.7% (Gráfica 3). |
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El
consumo de tabaco es más alto entre aquellos estudiantes que no fueron
estudiantes de tiempo completo (63.8%) o entre aquellos que habían
trabajado medio tiempo (65.1%) (Gráfica
4 y Gráfica 5). |
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El
62.5% de los estudiantes de esta delegación ha consumido bebidas alcohólicas
en alguna ocasión, el 43.5% lo ha hecho en el último año y el 29.2%
las ha consumido en el mes anterior al estudio. Estos datos reflejan
un mayor consumo alguna vez y en el último año para la delegación
Miguel Hidalgo con relación a los
resultados observados en el Distrito Federal (61.4%,
y 43.1% respectivamente) (Gráfica
6). |
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El
uso experimental de alcohol es mayor en los hombres que en las mujeres
(63.5% y 61.4%). También en el consumo durante el último año, los
hombres han consumido más que las mujeres (47.2% y 39.3%). No existen
diferencias al considerar la proporción de hombres y mujeres que consumieron
alcohol en el último mes (Gráfica
7). |
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Los índices de experimentación se incrementan con relación a la edad. El 48.6% de los estudiantes menores de 14 años reporta haber ingerido bebidas alcohólicas. En tanto, el 91.1% de los adolescentes mayores de 18 años señala haber consumido alcohol. Esta misma tendencia se observa para el consumo en el último año y en el último mes. |
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El índice más alto de consumo en el último mes se observa en las escuelas técnicas (38.7%), seguidas por los bachilleratos (36.1%) y las secundarias (22%). |
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El consumo de alcohol es más alto entre los que estudiaron medio tiempo (45.5%), o que no estudiaron (38.5%) y entre los que trabajaron medio tiempo en el año previo a la encuesta (44.4%). |
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Con relación a la cantidad de consumo, el 3.1% de los estudiantes encuestados reporta consumir cinco copas o más en una sola ocasión, una o más veces en la última semana, y el 10.4% señala haberlo hecho una o más veces en el último mes. |
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En cuanto al tipo de bebidas alcohólicas, las preferencias son iguales para hombres y mujeres, en primer término la cerveza (50.7% y 40.9%) y después los cocteles (43.2% y 38.3%). (Gráfica 8, Gráfica 9 y Gráfica 10). |
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Los
estudiantes entrevistados en esta delegación han experimentado más
frecuentemente con dos tipos de drogas: mariguana (5%) y cocaína (4.5%).
La siguiente droga de preferencia son los inhalables (3.6%). |
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Con
relación a las tres prevalencias, se observa que esta delegación tiene
menor consumo de mariguana, cocaína e inhalables con respecto al resto
del Distrito Federal (Gráfica
11). |
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Los
índices de experimentación son más altos en los hombres, con relación
a las mujeres, de manera que por cada seis hombres que experimentan
con mariguana, una mujer la ha probado. En el caso de los inhalables
la tendencia, es un poco más elevada en las mujeres. |
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Los
índices de consumo muestran un marcado aumento conforme incrementa
la edad de los usuarios. Por ejemplo, el 1.8% de los menores de 16
años reporta haber probado la mariguana pero esto ocurre en el 12.5%
de los adolescentes con 16 años o más. El consumo de cocaína es de
2.2% en menores de 16 años y de 9.9% en los de 16 años o más. Lo mismo
ocurre con los inhalables, donde los porcentajes son 2.9% y 5.2%,
respectivamente (Gráfica 12). |
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El
consumo de este tipo de drogas en general es bajo (Cuadro
1). De manera específica, el consumo alguna vez de tranquilizantes
es de 4.8%, el de anfetaminas de 3.6% y el de sedantes es mínimo (0.6%).
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En
cuanto a la distribución por género, las mujeres tienen mayor consumo
en los tranquilizantes (5.7% por 4.1%), y de anfetaminas (4.4% por
2.9%). |
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Al
observar las tendencias en las prevalencias de consumo en el último
año, entre las encuestas de 1993, 1997 Y 2000 que tienen metodologías
similares, para los hombres se encuentra que el consumo de mariguana,
cocaína e inhalables ha incrementado. El mayor aumento se presenta
para la mariguana (de 0.9% a 5.2%) y cocaína (0.% a 2.9%). |
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Para
las mujeres, el consumo de cocaína, muestra cambios importantes, ya
que de no presentarse en 1993, muestra una prevalencia de 1.0%, los
inhalables también muestran un incremento (.8% a 2.0%) (Cuadro
2). |
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En
general los maestros muestran poca tolerancia social ante el consumo
de sustancias. De tal forma que el 70.9% de los estudiantes indica
que sus maestros verían muy mal si ellos fumaran. En tanto, el 78.3%
señala que verían muy mal si consumieran alcohol, y para el consumo
de drogas se percibe aún menor tolerancia por parte de los maestros,
ya que el 93.1% de los adolescentes así lo reporta. |
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Estos
datos varían bastante cuando el referente de la tolerancia social
son los propios compañeros del adolescente. En el caso de alcohol
y el tabaco, los adolescentes reportan que sus compañeros verían muy
mal estas conductas (65.9% y 59.5% respectivamente). En el caso de
las drogas este valor es mayor (91%), aunque sigue siendo bajo con
relación a lo que perciben de sus maestros (Gráfica
13). También cabe mencionar que las mujeres en general reportan
porcentajes más altos de poca tolerancia social ante le consumo de
estas sustancias. |
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Un aspecto que protege a los estudiantes con relación al consumo de sustancias, es el riesgo percibido asociado al consumo. Los resultados del estudio indican que los adolescentes perciben dicho riesgo como alto. De manera que el 76.9% reporta que es muy peligroso el uso de la mariguana; 84.7% el usar cocaína; 85.5% el usar heroína y 80.7% el uso de inhalables. En tanto, el 46.9% indica como muy peligroso fumar 5 ó más cigarrillos diarios, y 54.2% lo indica para consumir frecuentemente alcohol (Gráfica 14 y Gráfica 15). |
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De acuerdo a los resultados obtenidos en la delegación Miguel Hidalgo, se confirma la tendencia observada en estudios anteriores, de manera que el índice de consumo de tabaco y bebidas alcohólicas por parte de la población estudiantil sigue siendo elevado. La delegación Miguel Hidalgo se caracteriza por tener un consumo de alcohol y tabaco similar (62.5% y 51.6% respectivamente) en comparación con el DF. (61.4% y 50.7% respectivamente). Los resultados de esta encuesta muestran que el consumo de tabaco y alcohol en hombres es mas elevado que en mujeres. Por otro lado el tipo de bebidas alcohólicas preferidas por los estudiantes de ambos sexos son la cerveza y los cocteles. Estos datos reflejan que el consumo de alcohol y tabaco es una práctica común, a pesar de que las leyes prohíben su venta a menores de 18 años, que es la mayor parte de la población de este estudio. Adicionalmente a esto, las drogas que consumen con mayor frecuencia los estudiantes es la mariguana; la siguiente droga de preferencia es la cocaína y finalmente los tranqulizantes. Es importante señalar las comparaciones de la encuesta realizada en 1997 y 2000, ya que se observan cambios importantes en el consumo de drogas médicas, principalmente en el uso de anfetaminas alguna vez en la vida; este cambio se encuentra para ambos sexos, ya que en 1997 el consumo de estas sustancias era de 0.8% en los hombres y 2.0% en las mujeres, y en el 2000 hay un incremento en el consumo de 2.9% y 4.4% respectivamente. En lo que se refiere a las tendencias del consumo de 1993 a 2000 alguna vez de drogas ilegales, para los hombres, hubo un incremento importante en el consumo de cocaína ya que en 1993 el consumo fue de 0.9% y en 2000 es de 6.4%. En la población femenina, el consumo en diferentes sustancias, presentan cambios importantes ya que de 0.6% de consumo de cocaína en el 2000 es de 2.3%. Por otro lado, la tolerancia social que demuestran los maestros frente al consumo de drogas es muy baja, lo cual indica que esta práctica no es aceptada. Esta falta de aceptación puede funcionar como un factor de protección ante el uso de sustancias psicoactivas. Por ello es recomendable ampliar la influencia protectora de la escuela, de manera que se promueva la participación de los alumnos en actividades deportivas y culturales, lo cual contribuirá a dar una gama de opciones saludables para que el adolescente invierta su tiempo en ellas y esto contribuya también a una mejor comunicación con su familia. La percepción de riesgo es baja y la tolerancia social es alta en relación con el consumo de alcohol y tabaco . En cuanto al consumo de drogas, la situación es al revés; los estudiantes tienen una mayor percepción de riesgo de consumir drogas y una menor tolerancia social al consumo de drogas. Sin embargo, la percepción de riesgo en relación con la mariguana ha disminuido consistentemente desde 1993, lo cual coincide con el incremento en el consumo de esta sustancia. En general, los datos señalan la importancia de planear programas preventivos para evitar que el consumo de sustancias psicoactivas se siga extendiendo en nuestra población. Aparte de informar y orientar a los estudiantes, sobre las consecuencias físicas, psicológicas y sociales que el consumo y abuso les acarrea, es importante establecer una relación más estrecha con nuestros adolescentes, que permita conocer mejor sus necesidades y sus concepciones sobre el mundo que les rodea. La
tarea no es sencilla, ya que es necesario reforzar nuestros valores,
normas y estilos de vida en una sociedad que ha cambiado mucho y que
presenta una problemática importante de desorganización
social y de alta criminalidad, por lo cual es importante diseñar
nuevos instrumentos de prevención y reforzar los ya existentes,
como el PEPCA, con nuevas ideas que los enriquezcan.
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