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INDICE DE RESULTADOS GUSTAVO A. MADERO |
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Variables asociadas al consumo |
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Para la delegación Gustavo A. Madero, se encuestó una muestra de 27 escuelas, 14 de nivel secundaria, 9 bachilleratos y 4 técnicas con un total de 791 estudiantes encuestados. |
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CARACTERISTICAS SOCIODEMOGRAFICAS |
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De los 791 estudiantes
encuestados en la delegación Gustavo A. Madero, el 46.3% pertenece al sexo
masculino y el 53.7% al sexo femenino. En la distribución por grupos de edad
se observa que el 38.4% tiene 14 años o menos, y el 86.3% es menor de 18
años. |
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El 44.9% de la muestra se ubica
en el nivel secundaria, 38.1% en el nivel bachillerato y el 17.1% en escuelas
técnicas. |
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Además, casi cinco de cada cien estudiantes
encuestados había dejado los estudios el año anterior a la encuesta y siete
de cada cien trabajó tiempo completo durante el mismo periodo. |
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El tabaco y las bebidas alcohólicas son las sustancias más consumidas por los estudiantes encuestados, a pesar de que el 86.3% de ellos son menores de edad, y la venta de estos productos les está prohibida. |
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El 57.3% de los estudiantes
encuestados ha fumado tabaco alguna vez. Este porcentaje es mayor al
observado en todo el Distrito Federal (50.7%) (Gráfica 1). |
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Los índices de uso son mayores
entre los varones con relación a las mujeres (59% y 55.8% respectivamente) (Gráfica 2). |
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El consumo se incrementa con la
edad, de tal forma que el 35.1% de los estudiantes de 13 años o menos reporta
haber fumado. En tanto, esta conducta se observa en el 68.8% de los jóvenes
de 17 años o más. |
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El porcentaje más alto de
consumo de tabaco de esta delegación se ubica en las escuelas técnicas
(68.1%) y los bachilleratos (65.8%). En tanto, en las escuelas secundarias el
consumo es de 45.9% (Gráfica 3). |
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El consumo de tabaco es más alto
entre aquellos estudiantes que no fueron estudiantes de tiempo completo
(76.6%) o entre aquellos que trabajaron tiempo completo (70.2%) (Gráfica 4 y Gráfica 5). |
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El 69% de los estudiantes de
esta delegación ha consumido bebidas alcohólicas en alguna ocasión, el 49.7%
lo ha hecho en el último año y el 36.8% las ha consumido en el mes anterior
al estudio. Estos datos reflejan un mayor consumo en los tres tipos de prevalencias para la delegación Gustavo A. Madero con
relación a los resultados observados en el Distrito Federal
(61.4%, 43.1% y 31.9% respectivamente) (Gráfica 6). |
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El uso experimental de alcohol
es mayor en las mujeres que en los hombres (70.4% y 67.5%). También en el
consumo durante el último año las mujeres han consumido más que los hombres
(49.9% y 49.5%). La proporción entre hombres y mujeres con respecto a el consumo en el último mes es igual. (Gráfica 7). |
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Los índices de experimentación
se incrementan con relación a la edad. El 46.1% de los estudiantes menores de
14 años reporta haber ingerido bebidas alcohólicas. En tanto, el 91.7% de los
adolescentes mayores de 18 años señala haber consumido alcohol. Esta misma
tendencia se observa para el consumo en el último año y en el último mes. |
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El índice más alto de consumo en
el último mes se observa en las escuelas técnicas (54.1%), seguidas por los
bachilleratos (41.2%) y las secundarias (26.5%). |
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El consumo de alcohol es más
alto entre los que estudiaron medio tiempo (41.3%), o que no estudiaron
(62.2%) y entre los que trabajaron medio tiempo en el año previo a la
encuesta (49.4%). |
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Con relación a la cantidad de
consumo, el 4% de los estudiantes encuestados reporta consumir cinco copas o
más en una sola ocasión, una o más veces en la última semana, y el 12.1% señala
haberlo hecho una o más veces en el último mes. |
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En cuanto al tipo de bebidas
alcohólicas, los hombres prefieren en primer término a la cerveza (51.9%) y
después los cocteles (43.2%). En tanto, las mujeres
prefieren en primer lugar los cocteles (47.8%) y en
segundo término la cerveza (44.5%) (Gráfica
8, Gráfica 9 y Gráfica 10). |
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Los estudiantes entrevistados en
esta delegación han experimentado más frecuentemente con dos tipos de drogas:
mariguana (8.6%) y cocaína (8.6%). La siguiente
droga de preferencia son los inhalables (4.3%). |
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Con relación a las tres prevalencias, se observa que esta delegación tiene mayor
consumo de mariguana y cocaína con respecto al
resto del Distrito Federal (Gráfica
11). |
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Los índices de experimentación son
más altos en los hombres, con relación a las mujeres, de manera que por cada dos hombres que experimentan
con mariguana, una mujer la ha probado. En el caso
de los inhalables esta relación es igual. |
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Los índices de consumo muestran
un marcado aumento conforme incrementa la edad de los usuarios. Por ejemplo,
el 3.6% de los menores de 16 años reporta haber probado la mariguana pero esto ocurre en el 17.5% de los
adolescentes con 16 años o más. El consumo de cocaína es de 3.8% en menores
de 16 años y de 17.1% en los de 16 años o más. Lo mismo ocurre con los inhalables, donde los porcentajes son 4% y 4.9%,
respectivamente (Gráfica 12). |
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El consumo de este tipo de
drogas en general es bajo (Cuadro 1). De manera
específica, el consumo alguna vez de tranquilizantes es de 6.4%, el de
anfetaminas de 6.6% y el de sedantes es mínimo (1.0%). |
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En cuanto a la distribución por
género, las mujeres tienen mayor consumo en los tranquilizantes (8.7% por
3.8%), y de anfetaminas (7.5% por 5.5%). |
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Al observar las tendencias en
las prevalencias de consumo en el último año, entre
las encuestas de 1993, 1997 Y 2000 que tienen metodologías similares, para
los hombres se encuentra que el consumo de mariguana,
cocaína e inhalables ha incrementado. El mayor
aumento se presenta para la cocaína (de 0.5% a 7.7%) y la mariguana
(1.3% a 8.5%). |
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Para las mujeres, se registró un
incremento en el consumo de cocaína (de 0% a 2.6% y mariguana
y de 0.4% a 2.6% respectivamente.) (Cuadro 2). |
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En general los maestros muestran
poca tolerancia social ante el consumo de sustancias. De tal forma que el
63.8% de los estudiantes indica que sus maestros verían muy mal si ellos
fumaran. En tanto, el 75.9% señala que verían muy mal si consumieran alcohol,
y para el consumo de drogas se percibe aún menor tolerancia por parte de los
maestros, ya que el 89.8% de los adolescentes así lo reporta. |
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Estos datos varían bastante
cuando el referente de la tolerancia social son los propios compañeros del
adolescente. En el caso de alcohol y el tabaco, los adolescentes reportan que
sus compañeros verían muy mal estas conductas (63.4% y 51.3%
respectivamente). En el caso de las drogas este valor es mayor (88.7%),
aunque sigue siendo bajo con relación a lo que perciben de sus maestros (Gráfica 13). También cabe
mencionar que las mujeres en general reportan porcentajes más altos de poca
tolerancia social ante le consumo de estas sustancias. |
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Un aspecto que protege a los
estudiantes con relación al consumo de sustancias, es el riesgo percibido
asociado al consumo. Los resultados del estudio indican que los adolescentes
perciben dicho riesgo como alto. De manera que el 72.1% reporta que es muy
peligroso el uso de la mariguana; 79.3% el usar
cocaína; 80.7% el usar heroína y 74.6% el uso de inhalables.
En tanto, el 43.9% indica como muy peligroso fumar 5 ó más cigarrillos
diarios, y 51.1% lo indica para consumir frecuentemente alcohol (Gráfica 14 y Gráfica 15). |
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De acuerdo a los resultados obtenidos en la delegación Gustavo A. Madero, el índice de consumo de tabaco y bebidas alcohólicas por parte de la población estudiantil sigue siendo elevado. La delegación Gustavo A. Madero se caracteriza por tener un consumo de alcohol y tabaco más alto (69.0% y 57.3% respectivamente) en comparación con el DF. (61.4% y 50.7% respectivamente). Los resultados de esta encuesta muestran que el consumo de tabaco en hombres y mujeres ha cambiado, ya que en anteriores estudios los índices de consumo eran mayores por parte de la población masculina; sin embargo en esta ocasión la delegación Gustavo A. Madero muestra que las mujeres y los varones tienen casi el mismo índice de uso (55.8% para las mujeres y 59.0% para los hombres). El tipo de bebidas alcohólicas preferidas por los estudiantes de ambos sexos son la cerveza y los cocteles. Estos datos reflejan que el consumo de alcohol y tabaco es elevado, pareciera que su uso es una práctica común, a pesar de que las leyes prohíben su venta a menores de 18 años, que es la mayor parte de la población de este estudio. Adicionalmente a esto, las drogas que consumen con mayor frecuencia los estudiantes es la mariguana y la siguiente droga de preferencia es la cocaína y finalmente las anfetaminas. Es importante señalar las comparaciones de la encuesta realizada en 1997 y 2000, ya que se observan cambios importantes en el consumo de drogas médicas, principalmente en el uso de tranquilizantes alguna vez por parte de las mujeres, ya que en 1997 el consumo fue de 3.8% y en el 2000 es de 6.4%. En lo que se refiere a las tendencias del consumo de 1993 a 2000 alguna vez de drogas ilegales, para los hombres, hubo un incremento importante en el consumo de cocaína (1.6% a 12.0%). En la población femenina, presentan cambios importantes ya que el consumo de cocaína paso de 0.4% a 5.6%. La tolerancia social que demuestran los maestros frente al consumo de drogas es muy baja, lo cual indica que esta práctica no es aceptada. Esta falta de aceptación puede funcionar como un factor de protección ante el uso de sustancias psicoactivas. Por ello es recomendable ampliar la influencia protectora de la escuela, de manera que se promueva la participación de los alumnos en actividades deportivas y culturales, lo cual contribuirá a dar una gama de opciones saludables para que el adolescente invierta su tiempo en ellas y esto contribuya también a una mejor comunicación con su familia. La percepción de riesgo es baja y la tolerancia social es alta en relación con el consumo de alcohol y tabaco. En cuanto al consumo de drogas, la situación es al revés; los estudiantes tienen una mayor percepción de riesgo de consumir drogas y una menor tolerancia social al consumo de drogas. Sin embargo, la percepción de riesgo en relación con la mariguana ha disminuido consistentemente desde 1993, lo cual coincide con el incremento en el consumo de esta sustancia. En general, los datos señalan la importancia de planear programas preventivos para evitar que el consumo de sustancias psicoactivas se siga extendiendo en nuestra población. Aparte de informar y orientar a los estudiantes, sobre las consecuencias físicas, psicológicas y sociales que el consumo y abuso les acarrea, es importante establecer una relación más estrecha con nuestros adolescentes, que permita conocer mejor sus necesidades y sus concepciones sobre el mundo que les rodea. La tarea no es sencilla, ya que es necesario reforzar nuestros valores, normas y estilos de vida en una sociedad que ha cambiado mucho y que presenta una problemática importante de desorganización social y de alta criminalidad, por lo cual es importante diseñar nuevos instrumentos de prevención y reforzar los ya existentes, como el PEPCA, con nuevas ideas que los enriquezcan.
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