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INDICE DE RESULTADOS AZCAPOTZALCO |
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Para la delegación Azcapotzalco, se encuestó una muestra de 22 escuelas, 13 de nivel secundaria, 7 bachilleratos y 2 técnicas con un total de 653 estudiantes encuestados. |
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CARACTERISTICAS SOCIODEMOGRAFICAS |
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De los 653 estudiantes encuestados en la delegación Azcapotzalco, el 54.5% pertenece al sexo masculino y el 45.5% al sexo femenino. En la distribución por grupos de edad se observa que el 47.5% tiene 14 años o menos, y el 95.1% es menor de 18 años. |
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El 55% de la muestra se ubica en el nivel secundaria, el 39.5% en el nivel bachillerato y el 5.5% en escuelas técnicas. |
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Además, casi seis de cada cien estudiantes encuestados dejaron los estudios el año anterior a la encuesta y cinco de cada cien, trabajó tiempo completo durante el mismo periodo. |
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El tabaco y las bebidas alcohólicas son las sustancias más consumidas por los estudiantes encuestados, a pesar de que el 95.1% de ellos son menores de edad, y la venta de estos productos les está prohibida. |
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Tabaco |
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El 46.1% de los estudiantes encuestados ha fumado tabaco alguna vez. Este porcentaje es menor al observado en todo el Distrito Federal (50.7%) (Gráfica1). |
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Los índices de uso son iguales entre varones y mujeres (46.1%) (Gráfica 2). |
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El consumo se incrementa con la edad, ya que el 21.2% de los estudiantes de 13 años o menos reporta haber fumado. En tanto, esta conducta se observa en el 65.5% de los jóvenes de 17 años o más. |
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El porcentaje más alto de consumo de tabaco de esta delegación se ubica en los bachilleratos (62.4%) y las escuelas técnicas (61.1%). En tanto, en las escuelas secundarias el consumo es de 32.9% (Gráfica 3). |
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El consumo de tabaco es más alto entre aquellos estudiantes que no fueron estudiantes de tiempo completo (61.7%) o entre aquellos que habían trabajado tiempo completo (61.8%) (Gráfica 4 y Gráfica 5). |
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El 56.2% de los estudiantes de esta delegación ha consumido bebidas alcohólicas en alguna ocasión, el 37.2% lo ha hecho en el último año y el 27.1% las ha consumido en el mes anterior al estudio. Estos datos reflejan un menor consumo en los tres tipos de prevalencias para la delegación Azcapotzalco con relación a los resultados observados en el Distrito Federal (61.4%, 43.1% y 31.9% respectivamente) (Gráfica 6) |
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El uso experimental de alcohol es similar en los hombres que en las mujeres (56.7% y 55.6%, respectivamente). Lo mismo ocurre en el consumo durante el último año y en el consumo en el último mes. (Gráfica 7) . |
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Los índices de experimentación se incrementan con relación a la edad. De tal forma que el 36.8% de los estudiantes menores de 14 años reporta haber ingerido bebidas alcohólicas. En tanto, el 87.5 % de los adolescentes mayores de 18 años señala haber consumido alcohol. Esta misma tendencia se observa para el consumo en el último año y en el último mes. |
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El índice más alto de consumo en el último mes se observa en las escuelas técnicas (41.7%), seguidas por los bachilleratos (33.3%) y finalmente las secundarias (21.2%). |
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El consumo de alcohol es más alto entre los que no estudiaron (41.7%) o que estudiaron medio tiempo (36.5%), y entre los que trabajaron medio tiempo en el año previo a la encuesta (39.7%). |
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Con relación a la cantidad de consumo, el 4.1% de los estudiantes encuestados reporta consumir cinco copas o más en una sola ocasión, una o más veces en la última semana, y el 8.6% señala haberlo hecho una o más veces en el último mes. |
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En cuanto al tipo de bebidas alcohólicas, las preferencias son las mismas para hombres y mujeres, en primer término la cerveza (45.5%, 39.4%) y después los cocteles (35.1%, 38%), respectivamente (Gráfica 8, Gráfica 9 y Gráfica 10). |
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Los estudiantes entrevistados en esta delegación han experimentado más frecuentemente con dos tipos de drogas: mariguana (4.6%) y cocaína (5.1%). La siguiente droga de preferencia son los inhalables (4%). |
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Con relación a las tres prevalencias, se observa que esta delegación tiene menor consumo de mariguana, cocaína e inhalables con respecto al resto del Distrito Federal (Gráfica 11). |
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Los índices de experimentación son más altos en los hombres, con relación a las mujeres, de manera que por cada dos hombres que experimentan con mariguana, una mujer la ha probado. Lo mismo sucede en el caso de los inhalables. |
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Los índices de consumo muestran un marcado aumento conforme incrementa la edad de los usuarios. Por ejemplo, el 2.7% de los menores de 16 años reporta haber probado la mariguana pero esto ocurre en el 7.2% de los adolescentes con 16 años o más. El consumo de cocaína es de 2.9% en menores de 16 años y de 7.9% en los de 16 años o más. Lo mismo ocurre con los inhalables, donde los porcentajes son 2.9% y 5.4%, respectivamente (Gráfica 12). |
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El consumo de este tipo de drogas en general es bajo (Cuadro 1). De manera específica, el consumo alguna vez de tranquilizantes es de 3.8%, el de anfetaminas es de 3.4% y el de sedantes es menor (1.4%). |
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En cuanto a la distribución por género, las mujeres tienen mayor consumo en tranquilizantes (4.7% por 3.1%), y anfetaminas (4% por 2.8%). |
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Al observar las tendencias en las prevalencias de consumo en el último año, entre las encuestas de 1993, 1997 Y 2000 que tienen metodologías similares, para los hombres, se encuentra que el consumo de mariguana, cocaína e inhalables ha incrementado. El mayor aumento se presenta para la cocaína (de 1.5% a 5.1%), y la heroína (de 0.5% a 1.1%). Para las mujeres, el consumo de las diferentes sustancias presenta cambios importantes, como el incremento en el uso de mariguana (de 0% a 2.7%) y cocaína (0.3% a 2.0%) (Cuadro 2). |
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En general los maestros muestran poca tolerancia social ante el consumo de sustancias. De tal forma que el 64.7% de los estudiantes indica que sus maestros verían muy mal si ellos fumaran. En tanto, el 73.8% señala que verían muy mal si consumieran alcohol; y para el consumo de drogas se percibe aún menor tolerancia por parte de los maestros, ya que el 88.4% de los adolescentes así lo reporta. Estos datos varían bastante cuando el referente de la tolerancia social son los propios compañeros del adolescente. En el caso de alcohol y el tabaco, los adolescentes reportan que sus compañeros verían muy mal estas conductas (65.9% y 54.8%, respectivamente). En el caso de las drogas, este valor es mayor (90.5%), inclusive de la tolerancia que perciben de sus maestros (Gráfica 13). También cabe mencionar que las mujeres en general reportan porcentajes más altos de poca tolerancia social ante el consumo de estas sustancias. |
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Un aspecto que protege a los estudiantes con relación al consumo de sustancias, es el riesgo percibido asociado al consumo. Los resultados del estudio indican que los adolescentes perciben dicho riesgo como alto. De manera que el 72.6% de los adolescentes, reportan que es muy peligroso el uso de la mariguana; 79.6% el usar cocaína; 81.4% el usar heroína y 77.8% el uso de los inhalables. En tanto, el 48.4% indica como muy peligroso fumar 5 ó más cigarrillos diarios, y el 54.3% lo indica para consumir frecuentemente alcohol (Gráfica 14 y Gráfica 15). |
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De acuerdo a los resultados obtenidos en la delegación Azcapotzalco, el índice de consumo de tabaco y bebidas alcohólicas por parte de la población estudiantil sigue siendo elevado. La delegación Azcapotzalco se caracteriza por tener un bajo consumo de alcohol y tabaco (56.2% y 46.1% respectivamente) en comparación con el DF. (61.4% y 50.7% respectivamente). Los resultados de esta encuesta muestran que el consumo de tabaco en hombres y mujeres ha cambiado, ya que en anteriores estudios los índices de consumo eran mayores por parte de la población masculina, sin embargo en esta ocasión la delegación Azcapotzalco muestra que las mujeres y los varones tienen el mismo índice de consumo (46.1%). La prevalencia de consumo de alcohol en esta delegación es menor a los resultados obtenidos en el D. F. sin embargo en el consumo durante el último año, el porcentaje de mujeres de esta delegación es mayor que el de hombres. El tipo de bebidas alcohólicas preferidas por los estudiantes de ambos sexos son la cerveza y los cocteles. Estos datos reflejan que el consumo de alcohol y tabaco es elevado, a pesar de que las leyes prohíben su venta a menores de 18 años, que es la mayor parte de la población de este estudio. Adicionalmente a esto, las drogas que consumen con mayor frecuencia los estudiantes es la cocaína; la siguiente droga de preferencia es la mariguana y finalmente los inhalables. Es importante señalar las comparaciones de las encuestas realizadas en 1997 y 2000, ya que se observan algunos cambios importantes en el consumo de drogas médicas, principalmente en un ligero incremento en el consumo de anfetaminas. En lo que se refiere a las tendencias del consumo de 1993 a 2000 en el consumo alguna vez de drogas ilegales, para los hombres, hubo un incremento importante en el consumo de cocaína (3.3% a 6.7%). En la población femenina, el consumo en diferentes sustancias, presenta cambios en el caso de la cocaína alguna vez hay un incremento del 29%. La tolerancia social que demuestran los maestros frente al consumo de drogas es muy baja, lo cual indica que esta práctica no es aceptada. Esta falta de aceptación puede funcionar como un factor de protección ante el uso de sustancias psicoactivas. Por ello es recomendable ampliar la influencia protectora de la escuela, de manera que se promueva la participación de los alumnos en actividades deportivas y culturales, lo cual contribuirá a dar una gama de opciones saludables para que el adolescente invierta su tiempo en ellas y esto contribuya también a una mejor comunicación con su familia. La percepción de riesgo es baja y la tolerancia social es alta en relación con el consumo de alcohol y tabaco . En cuanto al consumo de drogas, la situación es al revés; los estudiantes tienen una mayor percepción de riesgo de consumir drogas y una menor tolerancia social al consumo de drogas. Sin embargo, la percepción de riesgo en relación con la mariguana ha disminuido consistentemente desde 1993, lo cual coincide con el incremento en el consumo de esta sustancia.
La tarea no es sencilla, ya que es necesario reforzar nuestros valores, normas y estilos de vida en una sociedad que ha cambiado mucho y que presenta una problemática importante de desorganización social y de alta criminalidad, por lo cual es importante diseñar nuevos instrumentos de prevención y reforzar los ya existentes, como el PEPCA, con nuevas ideas que los enriquezcan.
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