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INDICE DE RESULTADOS BENITO JUAREZ |
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Para la delegación Benito Juárez,
se encuestó una muestra de 23 escuelas, 13 de nivel secundaria, 8
bachilleratos y 2 técnicas con un total de 636 estudiantes encuestados. |
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CARACTERISTICAS SOCIODEMOGRAFICAS |
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De los 636 estudiantes encuestados en la delegación Benito Juárez, el 41.7% pertenece al sexo masculino y el 58.3% al sexo femenino. En la distribución por grupos de edad se observa que el 54.6% tiene 14 años o menos, y el 87.3% es menor de 18 años. |
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El 57.7% de la muestra se ubica en el nivel secundaria, el 36.6% en el nivel bachillerato y el 5.7% en escuelas técnicas. |
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Además, cuatro de cada cien estudiantes encuestados había dejado los estudios el año anterior a la encuesta y tres de cada cien trabajó tiempo completo durante el mismo periodo. |
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El tabaco y las bebidas alcohólicas son las sustancias más consumidas por los estudiantes encuestados, a pesar de que el 87.3% de ellos son menores de edad y la venta de estos productos les está prohibida. |
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El 54.1% de los estudiantes encuestados ha fumado tabaco alguna vez. Este porcentaje es ligeramente mayor al observado en todo el Distrito Federal (50.7%) (Gráfica 1). |
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Los índices de uso son mayores entre los varones con relación a las mujeres (54.7% y 53.6% respectivamente) (Gráfica 2). |
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El consumo se incrementa con la edad, ya que el 33.3% de los estudiantes de 13 años o menos reporta haber fumado. En tanto, esta conducta se observa en el 71.4% de los jóvenes de 17 años o más. |
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El porcentaje más alto de consumo
de tabaco de esta delegación se ubica en los bachilleratos (78.5%)
y las escuelas técnicas (66.7%). En tanto, en las escuelas secundarias
el consumo es de 37.3% (Gráfica
3). |
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El consumo de tabaco es más alto entre aquellos estudiantes que no fueron estudiantes de tiempo completo (63.4%) o entre aquellos que habían trabajado medio tiempo (79.6%) (Gráfica 4 y Gráfica 5). |
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El 71.7% de los estudiantes de esta delegación ha consumido bebidas alcohólicas en alguna ocasión, el 53.9% lo ha hecho en el último año y el 39.3% las ha consumido en el mes anterior al estudio. Estos datos reflejan un mayor consumo en los tres tipos de prevalencias para la delegación Benito Juárez con relación a los resultados observados en el Distrito Federal (61.4%, 43.1% y 31.9% respectivamente) (Gráfica 6). |
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El uso experimental de alcohol
es mayor en los hombres que en las mujeres (73.6% y 70.4%, respectivamente).
También en el consumo durante el último año, los hombres han consumido
más que las mujeres (57.4% y 51.5%). Las diferencias se incrementan
cuando se considera el consumo en el último mes, con una proporción
de casi dos hombres por cada mujer (Gráfica
7). |
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Los índices de experimentación se incrementan con relación a la edad. El 56.5% de los estudiantes menores de 14 años reportan haber ingerido bebidas alcohólicas. En tanto, el 91.4% de los adolescentes mayores de 18 años señala haber consumido alcohol. Esta misma tendencia se observa para el consumo en el último año y en el último mes. |
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El índice más alto de consumo en el último mes se observa en los bachilleratos (62.7%) seguido por las escuelas técnicas (33.3%), y las secundarias (25.1%). |
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El consumo de alcohol es más alto entre los que estudiaron medio tiempo (49.3%), o que no estudiaron (52.2%) y entre los que trabajaron medio tiempo en el año previo a la encuesta (53.1%). |
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Con relación a la cantidad de consumo, el 4.9% de los estudiantes encuestados reporta consumir cinco copas o más en una sola ocasión, una o más veces en la última semana y el 11.8% señala haberlo hecho una o más veces en el último mes. |
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En cuanto al tipo de bebidas alcohólicas, las preferencias son iguales para ambos sexos, en primer término la cerveza y en segundo los cocteles, (62.3% y 49.1% y 47.2% y 48.8% respectivamente) (Gráfica 8, Gráfica 9 y Gráfica 10). |
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Los estudiantes entrevistados en esta delegación han experimentado más frecuentemente con dos tipos de drogas: mariguana (7.9%) y cocaína (6.0%). La siguiente droga de preferencia son los inhalales (3.9%). |
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Con relación a las tres prevalencias, se observa que esta delegación tiene mayor consumo de mariguana y cocaína con respecto al resto del Distrito Federal (Gráfica 11). |
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Los índices de experimentación son un poco más altos en los hombres, con relación a las mujeres, de manera que por cada 1.3 hombres que experimentan con mariguana, una mujer la ha probado. En el caso de los inhalables esta relación es igual. |
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Los índices de consumo muestran un marcado aumento conforme incrementa la edad de los usuarios. Por ejemplo, el 2.6% de los menores de 16 años reporta haber probado la mariguana pero esto ocurre en el 16.1% de los adolescentes con 16 años o más. El consumo de cocaína es de 2.3% en menores de 16 años y de 11.7% en los de 16 años o más. Lo mismo ocurre con los inhalables, donde los porcentajes son 3.4% y 4.8%, respectivamente (Gráfica 12). |
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El consumo de este tipo de drogas en general es bajo (Cuadro 1). De manera específica, el consumo alguna vez de tranquilizantes es de 8.6%, el de anfetaminas es de 5.7 % y el de sedantes es mínimo (1.6%). |
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En cuanto a la distribución por género, las mujeres tienen mayor consumo en los tranquilizantes (10.2% por 6.4%), y los hombres, en el consumo de anfetaminas (6.0% por 5.4%). |
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Al observar las tendencias en las
prevalencias de consumo en el último año, entre las encuestas de 1993,
1997 Y 2000 que tienen metodologías similares, para los hombres se
encuentra que el consumo de mariguana, cocaína e inhalables ha incrementado.
El mayor aumento se presenta para la mariguana ( de 3.5% a 7%) y los
inhalables (de 0.9% a 3.0%). |
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Para las mujeres, el consumo de las diferentes sustancias presenta cambios significativos. Observándose mayor incremento para la mariguana (de 0.5% y 5.1%) y la cocaína (de 0.3% a 2.4%) (Cuadro 2). |
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En general los maestros muestran poca tolerancia social ante el consumo de sustancias. De tal forma que el 64.9% de los estudiantes indica que sus maestros verían muy mal si ellos fumaran. En tanto, el 75.4% señala que verían muy mal si consumieran alcohol; y para el consumo de drogas se percibe aún menor tolerancia por parte de los maestros, ya que el 93.5% de los adolescentes así lo reporta. |
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Estos datos varían bastante cuando el referente de
la tolerancia social son los propios compañeros del adolescente. En
el caso de alcohol y el tabaco, los adolescentes reportan que sus
compañeros verían muy mal estas conductas (59.4% y el 47.5% respectivamente).
En el caso de las drogas este valor es mayor (91%), aunque sigue siendo
bajo con relación a lo que perciben de sus maestros (Gráfica
13). |
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También cabe mencionar que las mujeres en general reportan porcentajes más altos de poca tolerancia social ante le consumo de estas sustancias. |
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Un aspecto que protege a los estudiantes con relación al consumo de sustancias, es el riesgo percibido asociado al consumo. Los resultados del estudio indican que los adolescentes perciben dicho riesgo como alto. De manera que el 69.7% reporta que es muy peligroso el uso de la mariguana; 79.2% el usar cocaína; 83.5% el usar heroína y el 76.5% el uso de inhalables. En tanto, el 41.5% indica como muy peligroso fumar 5 ó más cigarrillos diarios, y más del 49.4% lo indica para consumir frecuentemente alcohol (Gráfica 14 y Gráfica 15) |
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De
acuerdo a los resultados obtenidos en la delegación Benito
Juárez, el índice de consumo de tabaco y bebidas alcohólicas
por parte de la población estudiantil sigue siendo elevado.
La delegación Benito Juárez se caracteriza por tener un consumo elevado de alcohol y tabaco (71.7.% y 54.1%, respectivamente) en comparación con el D.F. (61.4% y 50.7%, respectivamente). Los resultados de esta encuesta muestran que el consumo de tabaco en hombres y mujeres ha cambiado, ya que en anteriores estudios los índices de consumo eran mayores por parte de la población masculina, sin embargo en esta ocasión la delegación Benito Juárez muestra que las mujeres (54.7%) y los varones (53.6%), tienen casi el mismo índice de consumo de tabaco. La prevalencia de consumo de alcohol en esta delegación es mayor a los resultados obtenidos en el D. F. y el tipo de bebidas alcohólicas preferidas por los estudiantes de ambos sexos son la cerveza y los cocteles. Estos datos reflejan que el consumo de alcohol y tabaco es elevado, a pesar de que las leyes prohíben su venta a menores de 18 años, que es la mayor parte de la población de este estudio. Adicionalmente a esto, las drogas que consumen con mayor frecuencia los estudiantes son los tranquilizantes; la siguiente droga de preferencia es la mariguana y finalmente la cocaína. Es importante señalar las comparaciones de la encuesta realizada en 1997 y 2000, ya que se observan cambios importantes en el consumo de drogas médicas, principalmente en el uso de anfetaminas alguna vez por parte de las mujeres, ya que en 1997 había un consumo de 1.1% y en el 2000 hay un consumo de 5.4%. En lo que se refiere a las tendencias del consumo de 1993 a 2000 en el consumo alguna vez de drogas ilegales, para los hombres, hubo un incremento importante en el consumo de cocaína (4.3% a 7.5%). En la población femenina, el consumo de cocaína, presenta un incremento de 3.8%. La tolerancia social que demuestran los maestros frente al consumo de drogas es muy baja, lo cual indica que esta práctica no es aceptada. Esta falta de aceptación puede funcionar como un factor de protección ante el uso de sustancias psicoactivas. Por ello es recomendable ampliar la influencia protectora de la escuela, de manera que se promueva la participación de los alumnos en actividades deportivas y culturales, lo cual contribuirá a dar una gama de opciones saludables para que el adolescente invierta su tiempo en ellas y esto contribuya también a una mejor comunicación con su familia. La percepción de riesgo es baja y la tolerancia social es alta en relación con el consumo de alcohol y tabaco . En cuanto al consumo de drogas, la situación es al revés; los estudiantes tienen una mayor percepción de riesgo de consumir drogas y una menor tolerancia social al consumo de drogas. Sin embargo, la percepción de riesgo en relación con la mariguana ha disminuido consistentemente desde 1993, lo cual coincide con el incremento en el consumo de esta sustancia. En general, los datos señalan la importancia de planear programas preventivos para evitar que el consumo de sustancias psicoactivas se siga extendiendo en nuestra población. Aparte de informar y orientar a los estudiantes, sobre las consecuencias físicas, psicológicas y sociales que el consumo y abuso les acarrea, es importante establecer una relación más estrecha con nuestros adolescentes, que permita conocer mejor sus necesidades y sus concepciones sobre el mundo que les rodea. La
tarea no es sencilla, ya que es necesario reforzar nuestros valores,
normas y estilos de vida en una sociedad que ha cambiado mucho y que
presenta una problemática importante de desorganización
social y de alta criminalidad, por lo cual es importante diseñar
nuevos instrumentos de prevención y reforzar los ya existentes,
como el PEPCA, con nuevas ideas que los enriquezcan.
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