RESULTADOS
1. Características Sociodemográficas
De la muestra evaluada, el 49.5% fueron mujeres y el 50.5% fueron hombres. La mayoría de ellos tienen 14 años o menos (55%) (Figura 1), y asisten al nivel secundaria (59.1%). Los que asisten a bachillerato son el 29.5% y a escuelas técnicas sólo asiste el 11.4% de la muestra (Figura 2).
Además, la mayoría de los adolescentes, tanto hombres como mujeres, fueron estudiantes de tiempo completo el año anterior al estudio y sólo el 6.1% de los hombres y el 3.5% de las mujeres no fueron estudiantes el año anterior al estudio Figura 3).
El 22.9% de los hombres y el 11.3% de las mujeres realizan alguna actividad remunerada de medio tiempo o de tiempo completo. Además, la mayoría de ellos cuenta con su papá y con su mamá.
2. Prevalencias del Consumo de Drogas
a) Consumo de Tabaco
El consumo de tabaco alguna vez (Figura 4), ha afectado a más del 50% de los estudiantes y similarmente a hombres y mujeres (51.1% y 50.1%, respectivamente). El consumo es similar al encontrado en el 2000.
En cuanto al consumo actual, el porcentaje de usuarios se reduce a menos de la mitad, y es ligeramente mayor el consumo en las mujeres (23.4%).
Al analizar el consumo de tabaco por nivel educativo (Figura 5), el porcentaje de usuarios de nivel secundaria es bajo (38.4%), en comparación con los de bachillerato (68.4%) y los de escuelas técnicas (67.9%).
Al considerar la edad de los adolescentes (Figura 6), se observa que el porcentaje de consumidores de 14 años o menos, es menos de la mitad de los que tienen 18 años o más. Aún así, un porcentaje importante (39.6%) de adolescentes de 17 años (adolescentes menores de edad) han fumado en el último mes. El cambio más drástico se presenta de los 14 a los 15 años, ya que ahí se observa como se casi se triplica la proporción de consumidores actuales.
Si se analizan los datos de consumo del adolescente, en relación con el nivel educativo del jefe de familia (Figura 7), llama la atención el hecho de que hay un porcentaje ligeramente mayor de fumadores (23.4%, para el consumo actual), en los adolescentes donde el jefe de familia tiene como nivel mínimo de escolaridad la secundaria, en comparación con las que el jefe de familia tienen primaria o menos (21.4%).
Las delegaciones más afectadas, que presentan un consumo significativamente mayor al resto de la Ciudad de México, por el consumo actual de tabaco (Figura 8), son Iztacalco (28.3%), Azcapotzalco (27.2%), Miguel Hidalgo (27%), Venustiano Carranza (26.4%), Coyoacán y Cuajimalpa (25.2% para ambos).
Para el Distrito Federal se encontró que el 65.8% de los adolescentes ha usado alcohol alguna vez en su vida y un 35.2% lo ha consumido en el último mes.
Al analizar este consumo por género (Figura 9), vemos que tanto la población masculina (65.6%), como la femenina (66.1%), resultan igualmente afectadas
En cuanto al nivel educativo, en secundaria el 24.4% de los adolescentes ha consumido alcohol en el último mes. Para las escuelas de educación media superior, este porcentaje se duplica, de manera que en las escuelas técnicas el 48.3% de los adolescentes han bebido alcohol en el último mes, y en los bachilleratos el 51.7%.
En cuanto a la edad de los adolescentes (Figura 11), al igual que con el tabaco, se observa que el porcentaje de consumidores de 14 años o menos, es menor a la mitad de los que tienen 18 años o más. Asimismo, poco más de la mitad de los adolescentes de 17 años ha bebido alcohol en el último mes, aún cuando son menores de edad.
Por otro lado, se presenta un consumo mayor de alcohol (36.5% más en el consumo actual) en los adolescentes donde el jefe de familia tiene una escolaridad de secundaria o mayor, con relación a los adolescentes cuyo jefe de familia tiene una escolaridad de primaria o menor (Figura 12).
Las delegaciones políticas más afectadas por el abuso de bebidas alcohólicas son (Figura 3); Azcapotzalco (30.4%), Cuauhtémoc (27.4%), Coyoacán (26.9%), Iztacalco (26.5%).y Cuajimalpa (25.2%) Los resultados globales para la ciudad de México, indican que 23.8% de los estudiantes consumen 5 copas o más por ocasión de consumo, al menos una vez al mes. Porcentaje similar al reportado en la encuesta pasada.
c) Consumo de Sustancias Psicoactivas
La prevalencia total de consumo de drogas fue del 15.2%, porcentaje ligeramente mayor al del 2000 en un 0.5%. Al ver el consumo en el último año y en el último mes, las cifras son de 8.4% y 4.6%, respectivamente.
Los hombres, son el subgrupo más afectado por el consumo actual (5.7%), en comparación con las mujeres (3.6%), (Figura 14).
El consumo de cualquier droga, alguna vez en la vida, es mayor para los hombres (16.9%). De la población total, el 10.5% es usuario experimental, y el 4.7% es usuario regular (ha probado drogas en más de 5 ocasiones).
En cuanto a las drogas médicas (tranquilizantes anfetaminas y sedantes), su consumo es mayor en las mujeres (Figura 14a); en tanto, el consumo de drogas ilegales (mariguana, cocaína, alucinógenos, inhalables y heroína). Su consumo es mayor en los hombres y en general es mayor que el consumo de drogas médicas (Figura 14b).
Por nivel educativo, el consumo de sustancias es del doble para los adolescentes de escuelas de bachillerato (21.5%) y a los de bachillerato técnico (20.7%), en comparación con los de secundaria (11%) (Figura 15).
Por lo que respecta a cada sustancia, la mariguana (7.2%), ocupa el primer lugar de preferencia por los adolescentes (de hecho es la que presenta el mayor incremento en los últimos tres años), y le sigue el consumo de inhalables (4.6%), el de tranquilizantes (4.5%) y el de cocaína (4%) (Figura 16).
Cuando se analizan estas tendencias por sexo en el consumo alguna vez en la vida (Figura 17a y Figura 17b), en las mujeres se observa un decremento ligero en el consumo de ambas sustancias, especialmente en los tranquilizantes. En tanto en los hombres el consumo no ha variado en los últimos 3 años y el consumo de tranquilizantes y anfetaminas es similar.
En cuanto a las drogas ilegales, en el consumo en el último año, se observa que en este lapso disminuyó la proporción de hombres que han inhalado disolventes (de 2.8% a 2.4%), y de los que han consumido cocaína (4.4% a 2.5%). En tanto que se ha incrementado el consumo de mariguana (de 5% a 5.6%).
Por otra parte, aunque una proporción menor de mujeres han experimentado con drogas, en ellas se observa un incremento en el consumo de mariguana y de cocaína; en tanto que el consumo de inhalables ha disminuido notablemente. (Figura 19).
En cuanto a las preferencias del uso de drogas (Figura 20), para las mujeres la droga de mayor preferencia son los tranquilizantes (5.3%) seguidos por la mariguana (4.8%), los inhalables (3.8%) y las anfetaminas (3.5%). En tanto que para los hombres el orden es mariguana (9.6%), inhalables (5.4%), cocaína (5.3%), y tranquilizantes (3.8%). Adicionalmente, destaca el porcentaje de adolescentes hombres que han probado alguna vez crack que es del 2.8%.
Por nivel educativo (Figura 21), dichas preferencias cambian, de manera que en las escuelas de bachillerato técnico, se prefiere a la mariguana (12.1%) y la cocaína (7.9%) después a los inhalables (6.4%) y a los tranquilizantes (4.6%). Para el bachillerato, las preferencias son mariguana (13.3%) y después los tranquilizantes (6%) seguidos por la cocaína (5.9%), y las anfetaminas (5.2%). En tanto, para secundaria se prefiere a los inhalables (4.3%), los tranquilizantes (3.8%) la mariguana (3.2%) y las anfetaminas (2.7%).
Con relación a la edad (Figura 22), se observa a los inhalables como la principal sustancia antes de los 14 años y después decrece el número de usuarios. En tanto, para la mariguana, este porcentaje se incrementa notablemente a partir de los 15 años.
Al igual que ocurre con el consumo de alcohol y tabaco, el consumo en el último año de mariguana, cocaína y de tranquilizantes es ligeramente mayor para los adolescentes de quienes su jefe de familia tiene una escolaridad de secundaria o mayor; en tanto, el consumo de inhalables y de anfetaminas es ligeramente menor para los que su jefe de familia tiene escolaridad de primaria o menor (Figura 23).
Las delegaciones más afectadas por el uso en el último año de mariguana (Figura 24), fueron Azcapotzalco (7.4%), Coyoacán, Miguel Hidalgo (ambas con 5.7%), Venustiano Carranza (5.1%) y Tlalpan (4.7%).
En cuanto al consumo de cocaína en el último año (Figura 25), las delegaciones más afectadas fueron Azcapotzalco (4.5%), Venustiano Carranza (2.9%) Benito Juárez y Tlahuac (ambas con 2.4%).
En cuanto al consumo de inhalables en el último año a la encuesta (Figura 26), las delegaciones con mayor problemática fueron Venustiano Carranza (4.7%), Azcapotzalco (3.2%), Cuauhtémoc (2.8%), Iztacalco, Iztapalapa y Tlahuac (con 2.7 %).
Finalmente, en cuanto al consumo de tranquilizantes en el último año (Figura 27), las delegaciones con más alta prevalencia fueron Cuauhtémoc (4.2%), Venustiano Carranza (3.1%), Azcapotzalco (2.9%), Benito Juárez (2.8%) y Álvaro Obregón (2.4%).
En relación con el consumo de otras sustancias en las que se ha reportado un incremento en su consumo, los datos de la encuesta indicaron que el 2.9% de los adolescentes han probado éxtasis, 0.1% refractil, 0.4% rohypnol y 0.3% nubain.
Los usuarios que han experimentado principalmente con estas drogas son hombres de 17 años o más, de nivel bachillerato y el jefe de familia tiene una escolaridad de primaria o menos.
3. Disponibilidad de sustancias en el entorno social del adolescente y riesgo percibido.
Para evaluar este aspecto, se les preguntó a los adolescentes; por un lado, qué tan fácil o difícil es para ellos obtener drogas, y por otro lado, si sus familiares o amigos han consumido drogas.
Los resultados indican que un 44.1% de los hombres y un 35.7% de las mujeres consideran que es fácil o muy fácil conseguir drogas.
Además, el 3.7% de los adolescentes reporta que su papá ha consumido drogas, el 1% que su mamá las ha consumido y el 5.5% indica que alguno de sus hermanos las ha consumido (Figura 28).
Sin embargo, un 19.7% menciona que su mejor amigo consume drogas. Esto se presenta en forma muy similar tanto en los hombres (19.8% como en las mujeres (19.6%).
Por otra parte, se observa que los adolescentes consideran en su mayoría, muy peligroso el consumo de sustancias (Figura 29) como la mariguana (71.7%) o la cocaína (82.4%). Porcentaje que es muy similar entre los hombres (79.3%) y las mujeres (85.6%).
Sin embargo, esta percepción de riesgo disminuye notablemente (Figura 30) cuando la sustancia es el alcohol (sólo un 49.5% considera muy peligroso su consumo frecuente) o para fumar 5 ó más cigarrillos diariamente (47.5%). Para el alcohol y el tabaco, los porcentajes de los hombres y las mujeres son muy similares.
4. El ambiente escolar como agente protector del adolescente
Al analizar el consumo de sustancias con la asistencia a la escuela, se encontró que los menores porcentajes de consumo de tabaco, alcohol y drogas, pertenecieron a los adolescentes que se dedican de tiempo completo a estudiar (Figura 31).
Por ejemplo, para el tabaco, un 20.8% de adolescentes que asistieron regularmente, consumen actualmente tabaco. En tanto, que el porcentaje para los que no fueron estudiantes durante el año pasado, fue del 36.7%, que representa casi el doble.
En cuanto al alcohol, la situación es similar, un 45.4% de los que no asistieron a la escuela el año previo al estudio consumieron alcohol en el último mes, cifra que disminuye a 33.4% para los adolescentes que asistieron regularmente.
Para las drogas (Figura 33), se observa que el más alto porcentaje de consumo corresponde a los que no asistieron a la escuela el año anterior al estudio (24%), que representa casi el doble de los que asistieron de tiempo completo a la escuela (13.6%). Si bien se muestra claramente el papel protector de la escuela ante el consumo, los índices de consumo son bastante altos como para continuar con las campañas preventivas en esta población.