CONCLUSIONES DE LAS ESCUELAS SECUNDARIAS
La
variabilidad de conductas estudiadas en la presente investigación
permiten tener una idea global del adolescente y la problemática en
que se ve inmerso.
Como puede
notarse por los resultados obtenidos, el consumo de drogas, el abuso
de alcohol, el intento suicida, el involucrarse en riñas y peleas,
entre otros, son problemas cotidianos para un grupo importante de
nuestros adolescentes.
Ante ello, la promoción de conductas saludables en los ámbitos en
que el estudiante se desenvuelve, como son su casa, la escuela y su
entrono social,es una tarea que hay que fortalecer para el sano desarrollo
de la juventud.
Aparte de llamar la atención en el alto porcentaje de adolescentes
de ambos sexos que han tratado de suicidarse por problemas familiares
o por la incomprensión o falta de cariño, los jóvenes
reportan que cuando se hicieron daño con el fin de quitarse
la vida no les importaba si vivian o morian. Por otro lado, el consumo
de drogas es elevado especialmente en los varones (sobresaliendo los
inhalables en los adolescentes de secundaria). Desde este contexto
resulta apremiante abrir espacios para esta población, en particular
brindar opciones saludables de desarrollo en las que el individuo
ocupe su tiempo libre; entre las que pueden estar las actividades
deportivas, talleres de desarrollo o creatividad musical, etc. Estas
opciones pueden ser propiciadas por la propia escuela, con la colaboración
del adolescente, de manera que se amplíen los horizontes formativos
de esta institución.
Además, hay que subrayar la necesidad de trabajar con el maestro
para sensibilizarlo y capacitarlo sobre el rol tan importante que
juega para nuestros estudiantes, no solo como proveedor de conocimientos
sino como guía y fuente de apoyo personal ante los problemas que enfrentan,
sobre todo si el entorno familiar del adolescente no es muy propicio
para su desarrollo.
En el contexto familiar, es importante recomendar y enseñar a los
papás a que desde la infancia establezcan normas claras con sus hijos,
que tengan una comunicación continua con ellos y les brinden apoyo,
con objeto de que en situaciones riesgosas (posible consumación de
actos delictivos, ante el
ofrecimiento de drogas o posibles ideas suicidas), los adolescentes
puedan recurrir a ellos o hagan uso de conductas asertivas de acuerdo
a la situación.
Las acciones encaminadas a la promoción de la salud mental deben incrementarse
y reforzarse, con objeto de disminuir y evitar diversos problemas
que desafortunadamente han venido incrementándose en nuestra sociedad.
También debe remarcarse el papel de las instituciones para
que apoyen el desarrollo de los adolescentes y hacerles llegar distintas
opciones de apoyo y de desarrollo que fortalecen su crecimiento personal.
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