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INDICE DE RESULTADOS IZTACALCO |
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Para la delegación
Iztacalco, se encuestó una muestra de 24 escuelas, 17 de nivel
secundaria, 4 bachilleratos y 3 técnicas con un total de 687 estudiantes
encuestados. |
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CARACTERISTICAS
SOCIODEMOGRAFICAS |
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De los 687 estudiantes encuestados
en la delegación Iztacalco, el 48% pertenece al sexo masculino y el
52% al sexo femenino. En la distribución por grupos de edad se observa
que el 58.2% tiene 14 años o menos, y el 93.6% es menor de 18 años.
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El 62.2% de la muestra se ubica
en el nivel secundaria, el 22.0% en el nivel bachillerato y el 15.9%
en escuelas técnicas. |
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Además, seis de cada cien estudiantes
encuestados había dejado los estudios el año anterior a la encuesta
y casi siete de cada cien trabajó tiempo completo durante el mismo
periodo. |
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El tabaco
y las bebidas alcohólicas son las sustancias más consumidas por los
estudiantes encuestados, a pesar de que el 93.6% de ellos son menores
de edad, y la venta de estos productos les está prohibida. |
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El 50.9% de los estudiantes encuestados ha fumado
tabaco alguna vez. Este porcentaje es ligeramente menor al observado
en todo el Distrito Federal (50.7%) (Gráfica 1). |
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Los índices de uso son mayores entre los varones con
relación a las mujeres (54.8% y 47.3% respectivamente) (Gráfica 2). |
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El consumo se incrementa con la edad, el 27.5% de
los estudiantes de 13 años o menos reporta haber fumado. En tanto,
esta conducta se observa en el 78.9% de los jóvenes de 17 años o más. |
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El porcentaje más alto de consumo de tabaco de esta
delegación se ubica en los bachilleratos (73.5%) y las escuelas técnicas
(64.2%). En tanto, en las escuelas secundarias el consumo es de 39.6%
(Gráfica 3). |
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El consumo de tabaco es más alto entre aquellos estudiantes
que no fueron estudiantes de tiempo completo (64.9%) o entre aquellos
que habían trabajado medio tiempo (70.8%) (Gráfica 4 y Gráfica 5). |
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El 61.1%
de los estudiantes de esta delegación ha consumido bebidas alcohólicas
en alguna ocasión, el 40.5% lo ha hecho en el último año y el 30.4%
las ha consumido en el mes anterior al estudio. Estos datos reflejan
un menor consumo en el último año y último mes para la delegación
Iztacalco con relación a los resultados observados en el Distrito Federal (61.4%, 43.1%, y 31.9% respectivamente)
(Gráfica 6). |
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El uso
experimental de alcohol es mayor en los hombres que en las mujeres
(65.2% y 57.4%). También en el consumo durante el último año, los
hombres han consumido más que las mujeres (42.4% y 38.7%). No existen
diferencias en el consumo durante el último mes, entre hombres y mujeres
(Gráfica
7). |
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Los índices
de experimentación se incrementan con relación a la edad. El 52% de
los estudiantes menores de 14 años reportan haber ingerido bebidas
alcohólicas. En tanto, el 84.1% de los adolescentes mayores de 18
años señala haber consumido alcohol. Esta misma tendencia se observa
para el consumo en el último año y en el último mes. |
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El índice
más alto de consumo en el último mes se observa en las escuelas técnicas
(39.4%), seguidas por los bachilleratos (39.1%) y las secundarias
(25.1%). |
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El consumo
de alcohol es más alto entre los que estudiaron medio tiempo (46.2%),
o que no estudiaron (31%) y entre los que trabajaron medio tiempo
en el año previo a la encuesta (47.2%). |
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Con relación
a la cantidad de consumo, el 3.2% de los estudiantes encuestados reporta
consumir cinco copas o más en una sola ocasión, una o más veces en
la última semana y el 8.6% señala haberlo hecho una o más veces en
el último mes. |
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En cuanto
al tipo de bebidas alcohólicas, las preferencias son las mismas para
hombres y mujeres, en primer término la cerveza (49.7% y 37.3%) y
después los cocteles (40% y 35.9%) (Gráfica
8, Gráfica
9 y Gráfica
10). |
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Los estudiantes entrevistados en esta delegación han
experimentado más frecuentemente con dos tipos de drogas: mariguana
(4.8%) e inhalables (4.5%). La siguiente droga de preferencia es la
cocaína (4.4%). |
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Con relación a las tres prevalencias, se observa que
esta delegación tiene menor consumo de mariguana y cocaína con respecto
al resto del Distrito Federal (Gráfica 11). |
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Los índices de experimentación son más altos en los
hombres, con relación a las mujeres, de manera que por cada cinco
hombres que experimentan con mariguana, una mujer la ha probado. En
el caso de los inhalables esta relación es de cuatro hombres por cada
mujer. |
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Los índices de consumo muestran un marcado aumento
conforme incrementa la edad de los usuarios. Por ejemplo, el 1.5%
de los menores de 16 años reporta haber probado la mariguana pero
esto ocurre en el 12.3% de los adolescentes con 16 años o más. El
consumo de cocaína es de 2.5% en menores de 16 años y de 8.5% en los
de 16 años o más. Lo mismo ocurre con los inhalables, donde los porcentajes
son 4.2% y 5.2%, respectivamente (Gráfica 12). |
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El consumo
de este tipo de drogas en general es bajo (Cuadro
1). De manera específica, el consumo alguna vez de
tranquilizantes es de 5.2%, el de anfetaminas de 3.8% y el de sedantes
es mínimo (1.0%). |
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En cuanto
a la distribución por género, las mujeres tienen mayor consumo en
los tranquilizantes (5.3% por 5.2%), y los hombres en el consumo de
anfetaminas (4.8% por 2.8%). |
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Al observar las tendencias en las prevalencias de
consumo en el último año, entre las encuestas de 1993, 1997 Y 2000
que tienen metodologías similares, para los hombres se encuentra que
el consumo de cocaína, alucinógenos e inhalables ha incrementado.
El mayor aumento se presenta para los inhalables (de 0.4% a 3.3%). |
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Para las mujeres, se observa un incremento en el consumo
de mariguana (de 0.2% a 1.1%) e inhalables (de 0.2% a 1.7%) (Cuadro 2). |
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En general los maestros muestran poca tolerancia social
ante el consumo de sustancias. De tal forma que el 70.6% de los estudiantes
indica que sus maestros verían muy mal si ellos fumaran. En tanto,
el 78.1% señala que verían muy mal si consumieran alcohol, y para
el consumo de drogas se percibe aún menor tolerancia por parte de
los maestros, ya que el 92.2% de los adolescentes así lo reporta. |
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Estos datos varían bastante cuando el referente de
la tolerancia social son los propios compañeros del adolescente. En
el caso de alcohol y el tabaco, los adolescentes reportan que sus
compañeros verían muy mal estas conductas (64.9% y el 55.6% respectivamente).
En el caso de las drogas este valor es mayor (87.3%), aunque sigue
siendo bajo con relación a lo que perciben de sus maestros (Gráfica 13). También
cabe mencionar que las mujeres en general reportan porcentajes más
altos de poca tolerancia social ante le consumo de estas sustancias. |
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Un aspecto
que protege a los estudiantes con relación al consumo de sustancias,
es el riesgo percibido asociado al consumo. Los resultados del estudio
indican que los adolescentes perciben dicho riesgo como alto. De manera
que el 77% reporta que es muy peligroso el uso de la mariguana; 83%
el usar cocaína; 82.3% el usar heroína y 78.6% el uso de inhalables.
En tanto, el 51.2% indica como muy peligroso fumar 5 ó más cigarrillos
diarios, y más del 56.7% lo indica para consumir frecuentemente alcohol
(Gráfica
14 y Gráfica
15). |
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La delegación Iztacalco se caracteriza por tener un consumo de alcohol y tabaco casi igual (61.1% y 50.9% respectivamente) al D.F. (61.4% y 50.7%, respectivamente). Los resultados de esta encuesta muestran que al comparar la prevalencia total en el uso de tabaco en hombres y mujeres, la delegación Iztacalco muestra una prevalencia ligeramente más alta que en el D. F. Por lo que respecta a la prevalencia en el consumo de alcohol, en esta delegación es similar a los resultados obtenidos en el D. F. El tipo de bebidas alcohólicas preferidas por los estudiantes de ambos sexos son la cerveza, los cocteles y los destilados. Estos datos reflejan que el consumo de alcohol y tabaco es elevado, y su uso es una práctica común, a pesar de que las leyes prohíben su venta a menores de 18 años, que es la mayor parte de la población de este estudio. Adicionalmente a esto, las drogas que consumen con mayor frecuencia los estudiantes es la mariguana; le siguen los inhalables y la cocaína, al igual que los tranquilizantes. Es importante señalar las comparaciones de la encuesta realizada en 1997 y 2000, ya que se observan cambios importantes en el consumo de drogas médicas, principalmente en el uso alguna vez de tranquilizantes tanto en las mujeres como en los hombres. En lo que se refiere a las tendencias del consumo de 1993 a 2000 en el consumo alguna vez de drogas ilegales, para los hombres, hubo un incremento importante en el consumo de cocaína (3.3% a 7.8%). En la población femenina, el consumo en diferentes sustancias, presentan cambios importantes ya que el uso de la cocaína incrementó de 0.5% a 1.4%. La tolerancia social que demuestran los maestros frente al consumo de drogas es muy baja, lo cual indica que esta práctica no es aceptada. Esta falta de aceptación puede funcionar como un factor de protección ante el uso de sustancias psicoactivas. Por ello es recomendable ampliar la influencia protectora de la escuela, de manera que se promueva la participación de los alumnos en actividades deportivas y culturales, lo cual contribuirá a dar una gama de opciones saludables para que el adolescente invierta su tiempo en ellas y esto contribuya también a una mejor comunicación con su familia. La percepción de riesgo es baja y la tolerancia social es alta en relación con el consumo de alcohol y tabaco . En cuanto al consumo de drogas, la situación es al revés; los estudiantes tienen una mayor percepción de riesgo de consumir drogas y una menor tolerancia social al consumo de drogas. Sin embargo, la percepción de riesgo en relación con la mariguana ha disminuido consistentemente desde 1993, lo cual coincide con el incremento en el consumo de esta sustancia. En general, los datos señalan la importancia de planear programas preventivos para evitar que el consumo de sustancias psicoactivas se siga extendiendo en nuestra población. Aparte de informar y orientar a los estudiantes, sobre las consecuencias físicas, psicológicas y sociales que el consumo y abuso les acarrea, es importante establecer una relación más estrecha con nuestros adolescentes, que permita conocer mejor sus necesidades y sus concepciones sobre el mundo que les rodea. La tarea no es sencilla, ya que es necesario reforzar nuestros valores, normas y estilos de vida en una sociedad que ha cambiado mucho y que presenta una problemática importante de desorganización social y de alta criminalidad, por lo cual es importante diseñar nuevos instrumentos de prevención y reforzar los ya existentes, como el PEPCA, con nuevas ideas que los enriquezcan.
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