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INDICE DE RESULTADOS CUAUHTEMOC |
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Para la delegación Cuauhtémoc, se encuestó una muestra de 23 escuelas, 13 de nivel secundaria, 8 bachilleratos y 2 técnicas con un total de 682 estudiantes encuestados. |
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De
los 682 estudiantes encuestados en la delegación Cuauhtémoc, el 47.7%
pertenece al sexo masculino y el 52.3% al sexo femenino. En la distribución
por grupos de edad se observa que el 45.7% tiene 14 años o menos,
y el 92.1% es menor de 18 años. |
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El
47.5% de la muestra se ubica en el nivel secundaria, el 43.8% en el
nivel bachillerato y el 8.7% en escuelas técnicas. |
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Además,
cuatro de cada cien estudiantes encuestados había dejado los estudios
el año anterior a la encuesta y cinco de cada cien trabajó tiempo
completo durante el mismo periodo. |
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El tabaco y las bebidas alcohólicas son las sustancias más consumidas por los estudiantes encuestados, a pesar de que el 92.1% de ellos son menores de edad, y la venta de estos productos les está prohibida |
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El
52.9% de los estudiantes encuestados ha fumado tabaco alguna vez.
Este porcentaje es ligeramente mayor al observado en todo el Distrito
Federal (50.7%) (Gráfica 1). |
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Los
índices de uso son mayores entre los varones con relación a las mujeres
(55.4% y 50.7%, respectivamente) (Gráfica
2). |
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El
consumo se incrementa con la edad, el 36.5% de los estudiantes de
13 años o menos reporta haber fumado. En tanto, esta conducta se observa
en el 63.5% de los jóvenes de 17 años o más. |
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El
porcentaje más alto de consumo de tabaco de esta delegación se ubica
en las escuelas técnicas (67.8%) y los bachilleratos (56.5%). En tanto,
en las escuelas secundarias el consumo es de 46.9% (Gráfica
3). |
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El
consumo de tabaco es más alto entre aquellos estudiantes que no fueron
estudiantes de tiempo completo (59.9%) o entre aquellos que habían
trabajado medio tiempo (64.7%) (Gráfica
4 y Gráfica 5). |
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El
70.1% de los estudiantes de esta delegación ha consumido bebidas alcohólicas
en alguna ocasión, el 49.1% lo ha hecho en el último año y el 36.7%
las ha consumido en el mes anterior al estudio. Estos datos reflejan
un mayor consumo en los tres tipos de prevalencias para la delegación
Cuauhtémoc con relación a los
resultados observados en el Distrito Federal (61.4%,
43.1% y 31.9% respectivamente) (Gráfica
6). |
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El
uso experimental de alcohol es mayor en los hombres que en las mujeres
(71.4% y 68.9%). También en el consumo del último año los hombres
han consumido más que las mujeres (53.2% y 45.4%). No se observan
diferencias en el consumo del último mes, entre hombres y mujeres
(Gráfica 7). |
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Los
índices de experimentación se incrementan con relación a la edad.
El 62.5% de los estudiantes menores de 14 años reporta haber ingerido
bebidas alcohólicas. En tanto, el 88.9% de los adolescentes mayores
de 18 años señala haber consumido alcohol. Esta misma tendencia se
observa para el consumo en el último año y en el último mes. |
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El
índice más alto de consumo en el último mes se observa en las escuelas
técnicas (59.3%), seguidas por los bachilleratos (40.8%) y las secundarias
(28.7%). |
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El
consumo de alcohol es más alto entre los que estudiaron medio tiempo
(38.2%), o que no estudiaron (66.7%) y entre los que trabajaron medio
tiempo en el año previo a la encuesta (51.0%). |
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Con
relación a la cantidad de consumo, el 3.7% de los estudiantes encuestados
reporta consumir cinco copas o más en una sola ocasión, una o más
veces en la última semana, y el 11.3% señala haberlo hecho una o más
veces en el último mes. |
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En
cuanto al tipo de bebidas alcohólicas, los hombres prefieren en primer
término a la cerveza (57.5%) y después los cocteles (48.3%). En tanto,
las mujeres prefieren en primer lugar los cocteles (52.9%) y en segundo
término la cerveza (45.7 %) (Gráfica
8, Gráfica 9 y Gráfica
10). |
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Los estudiantes entrevistados en esta
delegación han experimentado más frecuentemente con dos tipos de drogas:
mariguana (5.9%) y cocaína (5.6%). La siguiente droga de preferencia
son los inhalables (4.4 %). |
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Con relación a las tres prevalencias,
se observa que esta delegación tiene mayor consumo de mariguana, cocaína
e inhalables con respecto al resto del Distrito Federal (Gráfica 11). |
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Los índices de experimentación son más
altos en los hombres, con relación a las mujeres, de manera que por
cada casi cuatro hombres que experimentan con mariguana, una
mujer la ha probado. En el caso de los inhalables esta relación es
de casi tres hombres por cada mujer. |
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Los índices de consumo muestran un marcado
aumento conforme incrementa la edad de los usuarios. Por ejemplo,
el 2.9% de los menores de 16 años reporta haber probado la mariguana
pero esto ocurre en el 13.3% de los adolescentes con 16 años o más.
El consumo de cocaína es de 2.7% en menores de 16 años y de 12.8%
en los de 16 años o más. Lo mismo ocurre con los inhalables, donde
los porcentajes son 3.5% y 6.7%, respectivamente (Gráfica 12). |
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El consumo
de este tipo de drogas en general es bajo (Cuadro 1). De manera específica, el consumo
alguna vez de tranquilizantes es de 4.4%, el de anfetaminas de 3.4%
y el de sedantes es mínimo (1.2%). |
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En cuanto a
la distribución por género, los hombres tienen mayor consumo de anfetaminas
(3.7% por 3.1%), y las mujeres en el consumo de tranquilizantes (4.5%
por 4.3%). |
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Al observar las tendencias en las prevalencias
de consumo en el último año, entre las encuestas de 1993, 1997 Y 2000
que tienen metodologías similares, para los hombres se encuentra que
el consumo de mariguana, alucinogenos e inhalables ha incrementado.
El mayor aumento se presenta para La mariguana (de 2.4% a 5.2%) y
los alucinogenos (de 0.3% a 2.5%). |
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Para las mujeres, se presenta un mayor
incremento en el consumo de inhalables (de 0% a 1.4%) (Cuadro 2). |
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En general
los maestros muestran poca tolerancia social ante el consumo de sustancias.
De tal forma que el 68.9% de los estudiantes indica que sus maestros
verían muy mal si ellos fumaran. En tanto, el 75.2% señala que verían
muy mal si consumieran alcohol, y para el consumo de drogas se percibe
aún menor tolerancia por parte de los maestros, ya que el 92.1% de
los adolescentes así lo reporta. |
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Estos datos
varían bastante cuando el referente de la tolerancia social son los
propios compañeros del adolescente. En el caso de alcohol y el tabaco,
los adolescentes reportan que sus compañeros verían muy mal estas
conductas (60.3% y el 51.8% respectivamente). En el caso de las drogas
este valor es mayor (89.2%), aunque sigue siendo bajo con relación
a lo que perciben de sus maestros (Gráfica 13). También cabe mencionar que las mujeres
en general reportan porcentajes más altos de poca tolerancia social
ante le consumo de estas sustancias. |
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Un aspecto
que protege a los estudiantes con relación al consumo de sustancias,
es el riesgo percibido asociado al consumo. Los resultados del estudio
indican que los adolescentes perciben dicho riesgo como alto. De manera
que el 74% reporta que es muy peligroso el uso de la mariguana; 82.6%
el usar cocaína; 84.2% el usar heroína y 76.6% el consumo de inhalables.
En tanto, el 44.9% indica como muy peligroso fumar 5 ó más cigarrillos
diarios, y más del 52.1% lo indica para consumir frecuentemente alcohol
(Gráfica 14 y Gráfica 15). |
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De
acuerdo a los resultados obtenidos en la delegación Cuauhtémoc,
el índice de consumo de tabaco y bebidas alcohólicas
por parte de la población estudiantil sigue siendo elevado.
La delegación Cuauhtémoc se caracteriza por tener un poco más elevado el consumo de alcohol y tabaco (70.1% y 52.9% respectivamente) en comparación con el DF. (61.4% y 50.7% respectivamente). Los resultados de esta encuesta muestran que el consumo de tabaco en hombres y mujeres ha cambiado, ya que en anteriores estudios los índices de consumo eran mayores por parte de la población masculina, sin embargo en esta ocasión no existe una diferencia muy amplia en el consumo de tabaco entre hombres y mujeres (55.4% Y 50.7% respectivamente) El tipo de bebidas alcohólicas preferidas por los estudiantes de ambos sexos son la cerveza y los cocteles. Estos datos reflejan que el consumo de alcohol y tabaco es elevado, a pesar de que las leyes prohíben su venta a menores de 18 años, que es la mayor parte de la población de este estudio. Adicionalmente a esto, las drogas que consumen con mayor frecuencia los estudiantes es la mariguana, la siguiente droga de preferencia es la cocaína y finalmente los inhalables, siendo estas última sustancia la de mayor consumo en jóvenes de 15 años o menos, y la mariguana en los estudiantes de 16 años o más Es importante señalar las comparaciones de la encuesta realizada en 1997 y 2000, ya que se observan cambios importantes en el consumo de drogas médicas, principalmente en el uso de anfetaminas alguna vez en la vida por parte de las mujeres, ya que en 1997 había consumo de 0.5% y en el 2000 hay un consumo de 3.1%. En el caso de los varones, el consumo se ha mantenido muy similar. En lo que se refiere a las tendencias del consumo de 1993 a 2000 en el último año de drogas ilegales, para los hombres, hubo un incremento en el consumo de cocaína (2.7% a 4.3%). En la población femenina, el consumo de los inhalables se incremento de 0.5% a 2.5%. La tolerancia social que demuestran los maestros frente al consumo de drogas es muy baja, lo cual indica que esta práctica no es aceptada. Esta falta de aceptación puede funcionar como un factor de protección ante el uso de sustancias psicoactivas. Por ello es recomendable ampliar la influencia protectora de la escuela, de manera que se promueva la participación de los alumnos en actividades deportivas y culturales, lo cual contribuirá a dar una gama de opciones saludables para que el adolescente invierta su tiempo en ellas y esto contribuya también a una mejor comunicación con su familia. La percepción de riesgo es baja y la tolerancia social es alta en relación con el consumo de alcohol y tabaco. En cuanto al consumo de drogas, la situación es al revés; los estudiantes tienen una mayor percepción de riesgo de consumir drogas y una menor tolerancia social al consumo de drogas. Sin embargo, la percepción de riesgo en relación con la mariguana ha disminuido consistentemente desde 1993, lo cual coincide con el incremento en el consumo de esta sustancia. En general, los datos señalan la importancia de planear programas preventivos para evitar que el consumo de sustancias psicoactivas se siga extendiendo en nuestra población. Aparte de informar y orientar a los estudiantes, sobre las consecuencias físicas, psicológicas y sociales que el consumo y abuso les acarrea, es importante establecer una relación más estrecha con nuestros adolescentes, que permita conocer mejor sus necesidades y sus concepciones sobre el mundo que les rodea. La
tarea no es sencilla, ya que es necesario reforzar nuestros valores,
normas y estilos de vida en una sociedad que ha cambiado mucho y que
presenta una problemática importante de desorganización
social y de alta criminalidad, por lo cual es importante diseñar
nuevos instrumentos de prevención y reforzar los ya existentes,
como el PEPCA, con nuevas ideas que los enriquezcan.
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