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INDICE DE RESULTADOS COYOACAN |
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Variables asociadas al consumo |
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Para la delegación Coyoacán, se encuestó una muestra de 21 escuelas, 12 de nivel secundaria, 8 bachilleratos y 1 técnicas con un total de 740 estudiantes encuestados. |
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CARACTERISTICAS SOCIODEMOGRAFICAS |
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De los 740
estudiantes encuestados en la delegación Coyoacán, 50.0% pertenece
al sexo masculino y 50.0% al sexo femenino. En la distribución por
grupos de edad se observa que el 49.7% tiene 14 años o menos, y el
82.4% es menor de 18 años. |
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El 53.5% de la muestra se ubica
en el nivel secundaria, 44.5% en el nivel bachillerato y el 2.0% en
escuelas técnicas. |
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Además, dos
de cada cien estudiantes encuestados había dejado los estudios el
año anterior a la encuesta y cuatro de cada cien trabajó tiempo completo
durante el mismo periodo. |
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El tabaco y
las bebidas alcohólicas son las sustancias más consumidas por los
estudiantes encuestados, a pesar de que el 82.4% de ellos son menores
de edad y la venta de estos productos les está prohibida. |
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El 55.1% de
los estudiantes encuestados ha fumado tabaco alguna vez. Este porcentaje
es mayor al observado en todo el Distrito Federal (50.7%) (Gráfica 1). |
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Los índices
de uso son mayores entre las mujeres con relación a los varones (58.9%
y 51.4% respectivamente) (Gráfica 2). |
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El consumo se incrementa con la
edad, de tal forma que el 30.6% de los estudiantes de 13 años o menos,
reporta haber fumado. En tanto, esta conducta se observa en el 78.8%
de los jóvenes de 17 años o más. |
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El porcentaje
más alto de consumo de tabaco de esta delegación se ubica en las escuelas
técnicas (86.7%) y los bachilleratos (72.3%). En tanto, en las escuelas
secundarias el consumo es de 39.6% (Gráfica 3). |
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El consumo
de tabaco es más alto entre aquellos estudiantes que no fueron estudiantes
de tiempo completo (72.1%) o entre aquellos que habían trabajado medio
tiempo (73.6%) (Gráfica 4 y Gráfica 5). |
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El 66.4% de los estudiantes de
esta delegación ha consumido bebidas alcohólicas en alguna ocasión,
el 45.3% lo ha hecho en el último año y el 35% las ha consumido en
el mes anterior al estudio. Estos datos reflejan un mayor consumo
en los tres tipos de prevalencias, para la delegación Coyoacán, con
relación a los resultados observados en el Distrito Federal (61.4%, 43.1% y 31.9% respectivamente)
(Gráfica 6). |
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El uso experimental
de alcohol es mayor en las mujeres que en los hombres (68.9% y 63.8%).
También en el consumo del último año las mujeres han consumido más
que los hombres (46.5% y 44.1%). No se observan diferencias entre
sexos en cuanto al consumo en el último mes. (Gráfica
7). |
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Los índices
de experimentación se incrementan con relación a la edad. El 48.1%
de los estudiantes menores de 14 años reporta haber ingerido bebidas
alcohólicas. En tanto, el 96.2% de los adolescentes mayores de 18
años señala haber consumido alcohol. Esta misma tendencia se observa
para el consumo en el último año y en el último mes. |
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El índice más
alto de consumo en el último mes se observa en los bachilleratos (50.8%),
seguidos por las secundarias (22.5%) y las escuelas técnicas (20%) |
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El consumo de alcohol es más alto entre los que estudiaron
medio tiempo (53.6%), o que no estudiaron (38.5%) y entre los que
trabajaron medio tiempo en el año previo a la encuesta (58.6%). |
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Con relación a la cantidad de consumo,
el 3.4% de los estudiantes encuestados reporta consumir cinco copas
o más en una sola ocasión, una o más veces en la última semana, y
el 10.7% señala haberlo hecho una o más veces en el último mes. |
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En cuanto al tipo de bebidas alcohólicas,
la preferencia es la misma para hombres y mujeres, en primer término
la cerveza (51.6% y 48.4%) y después los cocteles (43.8% y 45.7% respectivamente)
(Gráfica 8, Gráfica 9 y Gráfica
10). |
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Los estudiantes entrevistados en esta delegación han
experimentado más frecuentemente con dos tipos de drogas: mariguana
(8.6%) y cocaína (6.2%). La siguiente droga de preferencia son los
inhalables (2.3%). |
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Con relación a las tres prevalencias,
se observa que esta delegación tiene mayor consumo de mariguana y
cocaína con respecto al resto del Distrito Federal (Gráfica 11). |
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Los índices de experimentación
son más altos en los hombres, con relación a las mujeres, de manera
que por cada 2.5 hombres que experimentan con mariguana, una
mujer la ha probado. En el caso de los inhalables esta relación es
de tres hombres por cada mujer. |
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Los índices de consumo muestran
un marcado aumento conforme incrementa la edad de los usuarios. Por
ejemplo, el 2.2% de los menores de 16 años reporta haber probado la
mariguana pero esto ocurre en el 18.4% de los adolescentes con 16
años o más. El consumo de cocaína es de 2.2% en menores de 16 años
y de 12.2% en los de 16 años o más. Lo mismo ocurre con los inhalables,
donde los porcentajes son 2.0% y 2.7%, respectivamente (Gráfica
12). |
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El consumo
de este tipo de drogas en general es bajo (Cuadro
1). De manera específica, el consumo alguna vez de tranquilizantes
es de 4.6%, el de anfetaminas de 3.0% y el de sedantes es mínimo (0.8%). |
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En cuanto a
la distribución por género, las mujeres tienen mayor consumo en los
tranquilizantes (5.1% por 4.1%), y los hombres en el de anfetaminas
(3.5% por 2.4%). |
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Al observar
las tendencias en las prevalencias de consumo en el último año, entre
las encuestas de 1993, 1997 Y 2000 que tienen metodologías similares,
para los hombres se encuentra que el consumo de mariguana, cocaína
e inhalables ha incrementado. El mayor aumento se presenta para la
mariguana (4.0% a 17.6%) y para la cocaína (de 1.2% a 6.8%). |
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Para las mujeres,
el consumo que muestra mayor aumento es el de mariguana (de 0.8% a
2.4%) (Cuadro 2). |
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En general
los maestros muestran poca tolerancia social ante el consumo de sustancias.
De tal forma que el 64.6% de los estudiantes indica que sus maestros
verían muy mal si ellos fumaran. En tanto, el 74.6% señala que verían
muy mal si consumieran alcohol, y para el consumo de drogas se percibe
aún menor tolerancia por parte de los maestros, ya que el 92.5% de
los adolescentes así lo reporta. |
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Estos datos
varían bastante cuando el referente de la tolerancia social son los
propios compañeros del adolescente. En el caso de alcohol y el tabaco,
los adolescentes reportan que sus compañeros verían muy mal estas
conductas (62.7% y 53.8% respectivamente). En el caso de las drogas
este valor es mayor (89.3%), aunque sigue siendo bajo con relación
a lo que perciben de sus maestros (Gráfica
13). También cabe mencionar que las mujeres en general reportan
porcentajes más altos de poca tolerancia social ante le consumo de
estas sustancias. |
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Un aspecto que protege a los estudiantes
con relación al consumo de sustancias, es el riesgo percibido asociado
al consumo. Los resultados del estudio indican que los adolescentes
perciben dicho riesgo como alto. De manera que el 71.9% reporta que
es muy peligroso el uso de la mariguana; 82.2% el usar cocaína; 84.1%
el usar heroína y 80.2% el uso de los inhalables. En tanto, el 44.1%
indica como muy peligroso fumar 5 ó más cigarrillos diarios, y 54.9%
lo indica para consumir frecuentemente alcohol. (Gráfica
14 y Gráfica 15). |
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De
acuerdo a los resultados obtenidos en la delegación Coyoacán,
el índice de consumo de tabaco y bebidas alcohólicas
por parte de la población estudiantil sigue siendo elevado.
La delegación Coyoacán se caracteriza por tener un poco más alto el consumo de alcohol y tabaco (64.4% y 55.1% respectivamente) en comparación con el D.F. (61.4% y 50.7% respectivamente). Los resultados de esta encuesta muestran que el consumo de tabaco en hombres y mujeres ha cambiado, ya que en anteriores estudios los índices de consumo eran mayores por parte de la población masculina; sin embargo en esta ocasión la delegación Coyoacán muestra que las mujeres tienen un índice de uso mas elevado a comparación de los hombres (58.9% y 51.4% respectivamente). El tipo de bebidas alcohólicas preferidas por los estudiantes de ambos sexos son la cerveza y los cocteles. Estos datos reflejan que el consumo de alcohol y tabaco es elevado, a pesar de que las leyes prohíben su venta a menores de 18 años, que es la mayor parte de la población de este estudio. Adicionalmente a esto, las drogas que consumen con mayor frecuencia los estudiantes es la mariguana; la siguiente droga de preferencia es la cocaína y finalmente los tranqulizantes. Es importante señalar las comparaciones de la encuesta realizada en 1997 y 2000, ya que se observan cambios importantes en el consumo de drogas médicas, principalmente en el uso alguna vez de anfetaminas en los hombres que pasó de 0.9% a 3.5% y en las mujeres el uso de los tranquilizantes alguna vez en la vida pasó de 2.4% a 5.1%. En lo que se refiere a las tendencias del consumo de 1993 a 2000 en el consumo alguna vez de drogas ilegales, para los hombres, hubo un incremento importante en el consumo de cocaína (4.3% a 10.5%). En la población femenina, el consumo en diferentes sustancias, presentan cambios importantes ya que de presentarse en un 0.8% el uso de la marihuana en el 2000 se presenta en un 2.1%. La tolerancia social que demuestran los maestros frente al consumo de drogas es muy baja, lo cual indica que esta práctica no es aceptada. Esta falta de aceptación puede funcionar como un factor de protección ante el uso de sustancias psicoactivas. Por ello es recomendable ampliar la influencia protectora de la escuela, de manera que se promueva la participación de los alumnos en actividades deportivas y culturales, lo cual contribuirá a dar una gama de opciones saludables para que el adolescente invierta su tiempo en ellas y esto contribuya también a una mejor comunicación con su familia. La percepción de riesgo es baja y la tolerancia social es alta en relación con el consumo de alcohol y tabaco. En cuanto al consumo de drogas, la situación es al revés; los estudiantes tienen una mayor percepción de riesgo de consumir drogas y una menor tolerancia social al consumo de drogas. Sin embargo, la percepción de riesgo en relación con la mariguana ha disminuido consistentemente desde 1993, lo cual coincide con el incremento en el consumo de esta sustancia. En general, los datos señalan la importancia de planear programas preventivos para evitar que el consumo de sustancias psicoactivas se siga extendiendo en nuestra población. Aparte de informar y orientar a los estudiantes, sobre las consecuencias físicas, psicológicas y sociales que el consumo y abuso les acarrea, es importante establecer una relación más estrecha con nuestros adolescentes, que permita conocer mejor sus necesidades y sus concepciones sobre el mundo que les rodea. La
tarea no es sencilla, ya que es necesario reforzar nuestros valores,
normas y estilos de vida en una sociedad que ha cambiado mucho y que
presenta una problemática importante de desorganización
social y de alta criminalidad, por lo cual es importante diseñar
nuevos instrumentos de prevención y reforzar los ya existentes,
como el PEPCA, con nuevas ideas que los enriquezcan.
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